Sentí como si el tiempo se hubiese parado de tal forma que me hubiera dejado paralizada. Baje la mirada en señal de tristeza e intenté dar razones por las cuales estaba así. Lo único que se me ocurrió fue que este no era mi momento. Me di cuenta de que todo lo que decían no eran más que realidades, tristes realidades. Pero tenía que aguantarme, no tenía otro remedio que callar, asimilarlo y seguir con esa "vida", si es que se puede llamar así. Las lágrimas se encerraron en mis ojos, ansiosas por salir pero con la prohibición de no moverse, este momento no encajaba con lo que ellas quisieran hacer...

Alguna se escapó por la inaguantable situación, sin duda este momento no era el más adecuado. Lo que es sentir el dolor de tu propia depresión y que al querer sacarlo fuera, halla algo que te lo impida, sí, lo había, no eran más que las personas con su propia vida y que seguro que te interrogarían al ver tu situación. Pero yo tenía que seguir, estaba claro que que no era el segundo, ni el minuto, ni la hora ni mucho menos el día perfecto para desahogarse. Habría que aguantarse, la disimulación era lo único que me quedaba, porque por lo demás, nada servía. La espera es lo único que me queda, es lo único que me ayudará a esperar que algo de esto mejore...

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